lunes, 30 de marzo de 2020

La falta de educación sexual es cada vez más grave

“Hubo muchos casos de abusos sexuales en el colegio que hasta las propias autoridades encubren. Entre nosotros hacemos charlas y logramos que haya un aula para denuncias pero es un problema tratado secundariamente”. 16 años, CABA.
“En nuestra escuela no nos hacen la diferencia entre sexo y género, no nos hablan de eso, lo toman como si fuera lo mismo y no nos especifican que cada uno es una cosa diferente” - 17 años, Río Negro.
El padre de un chico de 12 años le exigió al colegio que no diera clases de educación sexual, y amenazó con "ir la justicia". Esta clase de padres son los que ante un abuso o violación sexual a su hijo le incentivan a quedarse callado.
La ESI es un derecho de chicos y chicas de todas las escuelas del país, en sus tres niveles: inicial, primaria, secundaria, sean privadas o estatales, confesionales o laicas. Este derecho obliga al Estado nacional y a los estados provinciales a garantizar su acceso, establecido en la ley nacional 26.150 que, a partir de su sanción en 2006, crea el Programa para su implementación. ¿Y entonces que pasa con esta ley?
Datos reales son que cada año, casi cien mil niñas y adolescentes tienen un hijo. Siete de cada diez embarazos no son planificados ni buscados. El 79% de los estudiantes de secundaria dijo que falta educación sexual y el 76% que falta abordaje sobre violencia de género. Cifras realmente increíbles; la sociedad normalmente ignora esta problemática pero los estudiantes cada vez exigirán más ESI en sus colegios, ya que la evolución y madurez está precipitándose en el tiempo.
Unánimemente la sensación de los jóvenes es de abandono e indiferencia por parte de las instituciones. Se enfrentan a situaciones y problemáticas nuevas cada vez con mayor frecuencia y no les da lo mismo saber o no saber sobre estos temas; quieren recibir información y contar con herramientas para poder abordar y enfrentar estas situaciones por las que ya han pasado o están pasando. Las violaciones suceden día a día, una parte de las víctimas no logra contar su experiencia por miedo a no ser amparados.
Actualmente, la falta de este tipo de información en las escuelas es gravísima, pero ese no es el único problema. No solo se incrementa en los niños y adolescentes, sino que gran parte de los adultos no recibían ESI cuando eran menores de edad, por lo que frecuentemente, en comunidades de bajo nivel económico, ocurren situaciones inesperadas o problemáticas debido a la escases de información.
Un caso viralizado hace pocos días, decía que una mujer con VIH, teniendo una pareja y 5 hijos, actualmente se encuentra embarazada de su sexto hijo. Al acudir al médico conoce la gravedad de la situación y confiesa que como quería tener muchos hijos, al utilizar preservativo le hacían “un agujerito para que pase la esperma pero no la enfermedad”. Casos como estos demuestran la falta de ESI que hay en el país, ya que tanto ella como su pareja no estaban informados de los riesgos y de la equivocación en su acción. ¿Cómo iban a saberlo?
La gran pregunta es: ¿Por qué los adolescentes tienen que auto informarse cuando ESI es ley? ¿Qué pasa con esas personas que no tienen los recursos necesarios para ello, considerados los nadie?